Seminario
del Campo Freudiano de Zaragoza

Red de Formación Continuada. Instituto del Campo Freudiano de España

Universidad Popular de Jacques Lacan

Por Jacques-Alain Miller

Hay un tiempo para pensar – meditar, calcular, pronosticar, tergiversar – y hay un tiempo para actuar, acometer, pasar al registro del acto, lo que implica siempre atravesar a toda prisa la barrera del no saber.

8 Nov 2009, París

Hace ya algún tiempo que había puesto la idea a discusión, la de crear un potente polo de enseñanza en París, reuniendo bajo un mismo titular, sin poner en cuestión su autonomía de funcionamiento, las enseñanzas de la Escuela, las del Département de Psychanalyse, las dos Sections cliniques, el Collège freudien pour la formation permenente, l’Envers de Paris, los Grupos del Campo freudiano, ¿y qué más?

Llegué hasta a evocar la idea de una Universidad europea y esta idea ha sido sostenida por Uforca, bien acogida tanto en España como en Italia.

Faltaba lo que Stendhal llama «cristalización«. Estas Jornadas son su ocasión. Son ustedes aquí más de 2000: es una afluencia sin precedentes. Sobre todo, por mucho que les disguste a los pájaros de mal agüero que nos prometen «la kermesse» porque ya no tenemos la cara de entierro que tradicionalmente es la de los analistas en cualquier circunstancia institucional, nunca hemos trabajado mejor, más seriamente y más agradablemente.

Se desprende una línea política; la expongo a medida que se me revela, como un profeta que fuera su lógico; recibe estos días el asentimiento de la mayor parte. Pues bien, ha llegado el momento de concluir sobre el tema universitario, para ir por delante sobre más temas todavía.

Digo «Universidad popular«, porque el término es conocido, está en curso, y porque indica muy bien que nos tomaremos a pecho esta «educación freudiana del pueblo francés» por la que hacía mis votos a principios de este decenio – salvo para extenderla a todos los pueblos, tal como nos anima a hacerlo el ejemplo de Mirta Kadivar en la República islámica de Irán. Las religiones han conseguido orientar a la humanidad hacia divinidades de utilidad dudosa, y cuya existencia está sujeta a controversias. ¿Por qué retroceder ante la noción de una humanidad analizante? No es algo para mañana, se lo concedo – ¿pero para pasado mañana? ¡Tomorrow, the World!

La llamo «Jacques-Lacan» porque procuraré que sea digna de este nombre.

Será una asociación sin fines de lucro; intentaremos que sea reconocida de utilidad pública.

Alojará el Polo parisino del que hablaba, al que se añadirán los principales establecimiento de Uforca, y los mejores del extranjero, como el ICBA (Instituto Clínico de Buenos Aires) o el Seminario franco búlgaro distinguido por Judith Miller.

Me parecería bien que esta Universidad aloje un Instituto Lacan, dedicado a los estudios lacanianos.

Veo que ayudará a los establecimientos de enseñanza del Campo Freudiano a reconfigurarse y a perfeccionarse, sobre la base del voluntariado y, ya lo dije, con el respeto por las autonomías de gestión. Reducir al mínimo el número de establecimientos de gestión directa.

La Universidad Popular deberá dotarse de un departamento de publicaciones, en el que se reinscriba el Journal des Journées, LNA-Le Nouvel Âne, Ornicar?, y abrir una Web y un Blog propios.

Hago el acto. No tengo más detalles para comunicar. Los discutiremos después, con el espíritu de las Jornadas, win-win. Esta Universidad Popular la construiré a cielo abierto, bajo la tiranía de la transparencia, con aquellos que querrán colaborar con ella, en particular en el Journal des Journées, y en Twitter.

Jacques-Alain Miller
(Traducción: Miquel Bassols)

Campo Freudiano